viernes, 12 de diciembre de 2008


Cuidado, novios: la SGAE espía


Martes, 09-12-08
Ni aquí se cumple la Ley de Memoria Histórica, ni nada. Bueno, se cumple con unos sí y con otros no. Se cumple, por ejemplo, con un caballerazo como don José Utrera Molina, y al reciente artículo de Juan Manuel de Prada me remito, con una salvedad. A quien hizo él solito como gobernador o ministro de la Vivienda más VPO que lleva construidas este Gobierno y todas las autonomías, le quitan el título de Hijo Predilecto de Málaga. Y, mire usted por dónde, tiene que salir en su defensa Juan Manuel de Prada, que ni es su yerno, ni está casado con Margarita Utrera, ni nada de nada. Vivir para ver. Aquí, o No Passssa Nada o pasan unas cosas más raras que la mar de Málaga.
Si la Ley de la Memoria Histórica se harta con Utrera Molina, no se cumple en cambio con Teddy Bautista y con Ramoncín. Teddy Baustista, Ramoncín y otros tienen montado un Sindicato Vertical sin que nadie lo disuelva. Vamos, como si fuera la ANV en vez de la Sociedad General de Autores de España. Que tal era el nombre de la benemérita entidad cuyo acrónimo es SGAE cuando yo ingresé en ella como socio número 35.838 y donde están registradas mis obras, para lo que gusten escuchar, como la letra de las habaneras de Cádiz o de Sevilla por María Dolores Pradera.
Sin que los autores nos hayamos movido de nuestro sitio, resulta que los mentados señores de la SGAE nos han afiliado a un Sindicato Vertical, de los que levantarían las nostalgias de mi admirado don José Utrera Molina. No otra cosa es hoy la SGAE, a la que cambiaron el nombre y la función, y le pusieron y la hicieron Sociedad General de Autores y Editores. ¿Cómo la misma sociedad que nos defiende a los autores puede tener dentro a los que nos engañan con las tiradas y las ventas, cual los editores? Y, a su vez, ¿cómo los editores aceptan que representen sus derechos los que defienden las habichuelas de los autores, que siempre estamos pidiendo dinero? Si esto no es un Sindicato Vertical, que venga Dios y lo vea. Es como si en UGT hubiese un Sindicato de Albañiles y Promotores Inmobiliarios y en Comisiones otro de ATS y Dueños de Clínicas. Lo de la SGAE es como la Sección Social y la Sección Económica de los sindicatos verticales, pero con la trompeta de Teddy Bautista.
O con archiperres de la Tienda del Espía para grabar vídeos en los banquetes de bodas, y ver qué música se toca, a fin de cobrar sus correspondientes derechos, no sé si para pagar a los autores o a los editores. Por tales prácticas mortadelofilemonescas con el zapatófono, la Agencia Española de Protección de Datos ha multado con 60.101 euros a la vertical Sociedad de Autores. Lo que, a pesar de ser socio, y con antigüedad, me hace levantar la voz de alerta, con música de Perlita de Huelva, previo pago de sus regalías. Como «atención, amigo conductor, la senda es peligrosa» hay que decir que atención, amigo invitado a una boda, que el banquete es peligrosísimo. No se tome ni una copa y mantenga su sano juicio en las mejores condiciones. Porque hasta ahora, si usted cogía una papa muy simpática en un banquete de bodas, se quitaba la chaqueta en la pista haciendo estriptís, se anudaba la corbata en la cabeza en plan carateca coreano, se dedicaba a coger traseros de señoras con el pretexto de la conga de Jalisco, y a proclamar procacidades acerca de las próximas y nocturnas horas nupciales que esperaban a los contrayentes, de la tajá tan gorda que había usted pillado y de las tonterías que hace cuando está mamado se enteraba sólo su señora esposa, que menuda bronca la pegaba mientras volvían a casa en el autobús de la organización: «Tú vas a venir prontito a otra boda, Pepe, enseguida vas tú a venir, mientras tengas ese vino tan patoso que tú tienes...»
Pero ahora, por cómo entiende la defensa de los derechos de sus socios el Sindicato Vertical de Autores y Editores, no hay invitado de boda que pueda guardar en la intimidad su forma lamentable de hacer el ridículo, completamente tajarina. Como en la guerra civil ponían por las tabernas aquellos carteles con una enorme oreja y el aviso de «Cuidado, soldado, el enemigo escucha», ahora en el menú de los banquetes de bodas habrá que imprimir: «Cuidado, invitado, con coger la tajá y hacer el ridículo, que la SGAE te está grabando en vídeo».abcdesevilla.es.copio y pego.