lunes, 16 de mayo de 2011

La SGAE pierde contra una tetería a la que quería cobrar por la música ambiente


Parece que las únicas victorias que consigue la SGAE son las políticas, ya que en el terreno judicial viene acumulando una serie de derrotas que ponen en entredicho sus motivaciones y sus actuaciones. La última derrota se ha producido en Ciudad Real, donde la tetería Pachamama ha ganado un juicio en el que la entidad gestora le pedía el abono de casi 3.000 euros en concepto de derechos de autor por la música que ponía.

La historia comenzó hace cerca de dos años, cuando esta tetería comenzó a recibir las visitas de un representante de la SGAE que les pedía una serie de cuotas por el repertorio musical que reproducían. Estas visitas estaban complementadas con distintas cartas, pero los gerentes del local se negaron a hacer ningún tipo de desembolso. Un año y medio después, concretamente el 7 de octubre de 2010, llegó la demanda.

La SGAE pedía a Pachamama 2.966,28 euros alegando que “la parte demandada venía comunicando públicamente y sin autorización obras de propiedad intelectual cuyos derechos de explotación gestionaba su mandante [SGAE]” entre enero de 2009 y julio de 2010. Así las cosas, Pachamama recurrió a Vicente Martínez, un abogado que en 2007 ya venció a la SGAE representando a otro bar de la provincia de Ciudad Real, y se dispuso a afrontar la causa judicial. Para ello llevó como testigos a varios clientes y músicos que frecuentaban la tetería y que aseguraron que en Pachamama nunca se reproducía música gestionada por SGAE, sino repertorio con licencia Creative Commons procedente de portales como Jamendo.

Estos argumentos contradecían los aportados por el representante de SGAE, que llegó a decir incluso que en varias de sus visitas a la tetería había llegado a escuchar emisoras como Cadena 100. Pachamama negó la mayor y no sólo aseguró que ese dato era falso, sino que además declaró que en su recinto la música ni siquiera era un ingrediente principal, como pudiera serlo en una discoteca, sino que se reproducía simplemente a nivel ambiental, como telón de fondo para las conversaciones, charlas, debates, mesas redondas y otras actividades que a menudo albergan.

Además, y frente a la acusación por parte de SGAE de reproducir contenidos bajo licencia copyright en dispositivos de vídeos, Pachamama alegó que estos dispositivos eran usados por asociaciones y colectivos sociales de Ciudad Real para reproducir su propio material, que no se encontraba dentro del repertorio de SGAE.

En la sentencia, la jueza encargada del caso asegura que “no puede decirse que se haya probado que todas y cada una de las obras musicales que se comunican públicamente en el local de la mercantil demandada sean temas cedidos gratuitamente por sus autores a través de Licencias Creative Commons, pero exigir dicha prueba, en esos terrenos de exhausitividad, sería exigir una prueba tan diabólica como la que resultaría de forzar a la SGAE a que pruebe que todas y cada una de las obras comunicadas en dicho local sean de autores cuya gestión le ha sido encomendada”. Además, “corresponde a ésta [a la SGAE] acreditar que en el local de la demandada se reproduce música gestionada por la actora, lo que no ha conseguido”.

Por lo pronto, la SGAE ha recurrido la sentencia, pero Pachamama ya cuenta con una primera victoria que le permitirá seguir haciendo su trabajo con relativa tranquilidad y con la satisfacción de un primer triunfo judicial.El Confidencial.copio y pego

sábado, 14 de mayo de 2011

La SGAE usa derechos de autor para avalar con 83 millones a su holding J. Romera / A. Ramón / A. Semprún


El presidente de la SGAE, Teddy Bautista, tiene todo atado y bien atado para que la asamblea general de la entidad apruebe sin problema alguno las cuentas del último ejercicio. Sería una sorpresa mayúscula que no fuera así porque Teddy controla hasta la más mínima voz discordante. No hay lugar para la crítica.

Y eso a pesar de que el balance anual que se presentará hoy, y al que ha tenido acceso ya elEconomista, arroja serias dudas sobre su gestión.

La principal de todas radica en el holding empresarial Arteria, la red de teatros y espacios escénicos creada en los últimos años por la SGAE, que pese a facturar poco más de 20 millones en el último ejercicio y no tener casi beneficios, suma ya una deuda de más de 200 millones de euros.

Según figura en las cuentas, para llevar a cabo este gran proyecto empresarial, con teatros en España, Estados Unidos e Iberoamérica, Teddy Bautista ha comprometido el dinero de los autores, dando avales bancarios por un importe de 83 millones a la Fundación Autor, la matriz de Arteria, en garantía de distintos préstamos.
Una entidad sin ánimo de lucro

Pese a ser una entidad sin ánimo de lucro, que en teoría debe dedicarse tan sólo a gestionar los derechos de autor y promover a los jóvenes creadores, la SGAE se ha hecho en los últimos años con el control de los teatros Häagen Dazs Calderón y Coliseum, en Madrid; el Paral.lel, en Barcelona; el Campos Elíseos, en Bilbao; el Manhattan Center, en Nueva York; La Casona, en México DF; o el Metropolitan en Buenos Aires.

Y no para promover precisamente a los nuevos talentos, sino para hacer negocio con estrellas ya plenamente reconocidas como Joaquín Sabina, Rafael Amargo, David Bisbal, el ballet de Victor Ullate o el bailaor flamenco Joaquín Cortés.

Este proyecto ha sembrado ya algunas grietas en el seno del consejo, siendo una de las razones que explicaría la salida del mismo del cineasta José Miguel Fernández Sastrón, que ha decidido ahora presentar una candidatura de oposición frente a Bautista de cara a las próximas elecciones a la junta de la SGAE, que se celebran en junio.

"Cada autor debe saber que cuando ingresa en la entidad, una parte de sus derechos queda inmediatamente hipotecada para garantizar los créditos de Arteria. Teddy Bautista está jugando con el dinero de los socios para hacer negocio", ha asegurado a este periódico Fernández Sastrón.

No es el único que piensa así. Los más críticos con Teddy Bautista consideran que el tema es muy sensible si se tiene en cuenta que hay contabilizados derechos sin repartir a los autores por 225,8 millones a 31 de diciembre de 2010, lo que supone un 10,2% más que un año antes. Fernández Sastrón exige por ello que cuando un autor firme su contrato con la entidad para que le gestione sus derechos de propiedad intelectual, sea informado puntual y detalladamente de que parte de lo que le correspondería ya ha sido pignorado por la SGAE.
La situación financiera

La sociedad, que registró unos ingresos en el último año de 365 millones y que sigue un año más en números rojos suma una deuda total, incluyendo tanto los derechos pendientes de pago como los compromisos con la banca y con el resto de acreedores, de casi 430 millones. Fernández Sastrón ha conseguido finalmente el censo electoral con el que poder pedir los avales para presentar su candidatura después de que, según denunció, Bautista los hubiera retenido en su propio beneficio.

No obstante, sigue criticando duramente el control que el hasta ahora presidente hace de la entidad para perpetuarse en el cargo. De hecho, aunque la SGAE cuenta con más de 100.000 socios, tan sólo unos 8.000 podrán ejercer el próximo junio su derecho al voto en las elecciones. Sólo votan los que más ingresan. La sociedad declinó ayer hacer sin embargo ningún comentario.elEconomista.copio y pego