viernes, 14 de octubre de 2011

La SGAE podría desaparecer en 4 meses


La cuenta atrás para la posible desaparición de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha comenzado. El Ministerio de Cultura ha dado un plazo a la entidad de cuatro meses para que ésta le proporcione toda la información sobre su funcionamiento, organización y auditorías entre otros aspectos. Si no cumple, desaparecerá.

El escándalo en torno a la SGAE que se abrió el pasado mes de julio podría ser el comienzo del fin de la entidad de gestión de derechos de autor. Por primera vez y de una forma seria, planea la amenaza de una desaparición efectiva de la entidad por el fin de la licencia que otorga elMinisterio de Cultura a estas sociedades.

Según leemos en ABC.es, la entidad reconoció la recepción hace unos días del oficio de apercibimientoque solicitaba con urgencia la mejora de la información que ofrece de forma oficial a la Administración. Este tipo de apercibimiento está recogido en el artículo 149 de la Ley de Propiedad Intelectual, que trata las posiblesrevocaciones de licencias a las entidades gestoras. Si la SGAE no cumple en 4 meses con lo ordenado por el Ministerio (tendría que ofrecer información al detalle del funcionamiento, organización, auditorías internas y externas y todos los datos que se soliciten), la licencia podría ser revocada y así desparecería la entidad.

Soprende que el Ministerio de Cultura de Ángeles González-Sinde, que siempre se ha posicionado junto a la SGAE en la férrea defensa de los derechos de autor sea ahora quien pueda acabar con la existencia de la entidad. Como se analiza en el citado medio, no puede entenderse este procedimiento sino como un intento por desmarcarse de lacorrupción que azota a la entidad y como una medida electoralista, puesto que no olvidemos, las Elecciones Generales llegarán en poco más de un mes y no es poca la inquina que sienten muchos ciudadanos contra la entidad.

El silencio del Partido Popular también inquieta dentro de la entidad. El principal partido de la oposición y principal candidato para ganar las Elecciones no se ha posicionado en torno a la SGAE de una manera firme, aunque en pasados comicios ya prometió que acabaía con una de las grandes fuentes de ingresos de la gestora: el canon digital.

Lo que parece evidente a estas alturas es que el actual modelo de la entidad pasará a mejor vida en poco tiempo. La gestión dentro de la propia SGAE por parte de Teddy Bautista y sus allegados propicia una intervención pública que podría suponer la revocación de a licencia, e incluso ya se habla de formularla con rango de ley. Todo apunta, por tanto, a que el año 2012 se cierne como el del fin… de la SGAE.

Fuente: http://www.adslzone.net. copio y pego

miércoles, 5 de octubre de 2011

Anticorrupción investiga el desvío de fondos en el 'holding' teatral de la SGAE Javier Romera/África Semprún

La red de corrupción en la SGAE podría ser mucho mayor de lo que se pensó en un principio. Tras las últimas investigaciones llevadas a cabo, la Fiscalía Anticorrupción ha decidido ampliar sus pesquisas y mirar ahora con lupa todos los contratos, facturas y sociedades vinculadas al holding Arteria.

El caso es especialmente grave porque frente a los 30 millones que el cabecilla de la trama, José Luis Rodríguez Neri, desvió a través de Microgénesis y otras sociedades de su entorno, Arteria contaba con un presupuesto de más de 300 millones y el desfalco, por lo tanto, podría haber sido mucho mayor. Esto es lo que ha llevado al juez Pablo Ruz a decretar de nuevo el secreto del sumario en la denominada Operación Saga.

Al contrario de lo que sucedía con Microgénesis, se trata de un proyecto dirigido de forma absolutamente personal por Teddy Bautista, el expresidente de la sociedad. Todos los testigos e imputados que han declarado reconocen que Teddy estaba al tanto de la operativa, pero hasta ahora no se le ha conseguido vincular directamente con el desvío del dinero. En el holding Arteria, Teddy asumió la gestión de forma directa, contratando para ello a personas tan sólo de su máxima confianza, como su primo, Emilio Cabrera García.
La operativa

La SGAE contaba en principio para el desarrollo del proyecto con la gestora Gerens Management Group. Pero Teddy no se fiaba y en 2006 aprobó la contratación de Emereima, una empresa de asesoramiento económico creada a tal efecto por su primo con el objetivo de supervisar a la gestora en el desarrollo de la red de teatros y espacios artísticos. La firma, que tenía sólo un empleado, facturó 566.489 euros a la SGAE hasta 2009. A través de esta compañía, cuya sede social se encuentra en un chalet ubicado en una urbanización privada de Las Rozas (Madrid), Cabrera ocupó el cargo de director de proyectos y equipamiento inmobiliario del holding de Arteria, que tiene comprometidos créditos por más de 200 millones avalados en parte con los derechos que debían haberse repartido a los autores.

Hasta el año pasado, el director del holding era Ramiro Osorio, ex ministro de Cultura colombiano. Pero tras su dimisión por supuestas discrepancias con los presupuestos, Bautista decidió rescindir el contrato con Gerens Management y nombrar directamente a un equipo capitaneado por su primo.
Una red mundial

El holding Arteria, actualmente en venta, cuenta en Madrid con el teatro Häagen-Dazs Calderón, el Coliseum y la Sala Berlanga. Además, posee también, entre otros, el Campos Elíseos en Bilbao, el Paral·lel en Barcelona, el Metropolitan de Buenos Aires (Argentina) o La Casona, en Ciudad de México. En Nueva York gestiona también uno de los teatros más emblemáticos de Broadway, el Manhattan Transfer, aunque en este caso no es totalmente de su propiedad, sino de Wonderland Entertaiment, una sociedad participada al 51 por ciento -el resto es del empresario teatral Luis Álvarez-, pero en la que Teddy Bautista figura además presidente. El último proyecto puesto en marcha es un auditorio en Sevilla, que cueta más de 80 millones, y que provocó la dimisión del arquitecto de la SGAE, Santiago Fajardo, que tras denunciar impagos dijo que el presupuesto que le obligaban a firmar estaba inflado sin motivo aparente.
Las sospechas de la Policía

La Guardia Civil tiene sospechas fundadas de que todo este entramado no servía para promocionar la cultura, tal y como insistía desde el primer momento Teddy Bautista, sino que tenía un claro objeto de lucro.