El compositor José Miguel Fernández Sastrón, principal rival de Antón Reixa
en las elecciones a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE),
ha denunciado al Ministerio de Cultura el proceso electoral que llevó al
excantante de Os Resentidos a la presidencia de esta entidad el pasado 8
de mayo en sustitución de Eduardo Teddy Bautista. En una carta
remitida al secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, y a
la que ha tenido acceso EL PAÍS, el promotor de la candidatura De Otra
Manera (DOM) señala "graves irregularidades en el nombramiento" de los
nuevos cargos designados por la junta directiva tras las elecciones del
26 de abril. Fernández Sastrón habla incluso de "mala fe" en la
actuación de Reixa, al que acusa de "usurpación de funciones".
Sastrón señala que se ha incumplido el reglamento de la entidad, aprobado hace solo tres meses y que "no puede ser modificado sin la autorización del Ministerio de Cultura", en lo que se refiere al orden que "debe seguirse para designar a sus órganos de gobierno". Según los estatutos, la junta directiva surgida de los comicios debía designar entre sus miembros a los 12 integrantes del consejo de dirección de la SGAE. Es este consejo el encargado de nombrar al nuevo presidente, opina Sastrón. Así que considera que el proceso "ha sido gravemente subvertido" al nombrar parte de la junta directiva a Reixa directamente como presidente antes de la constitución del consejo de dirección. Sastrón afirma que entre los cinco representantes en la junta directiva que puede sentar el colegio electoral de pequeño derecho (el de música), al que pertenece Reixa, no podía estar el músico gallego porque no consiguió los votos necesarios para su designación. El problema es que al haber entrado el actual presidente, a la candidatura de Sastrón le han restado un consejero.
La candidatura de Antón Reixa ganó las elecciones del pasado 26 de abril obteniendo 14 de los 39 asientos de la junta directiva. Sastrón solo logró 9. Además, el día del nombramiento, Reixa consiguió el apoyo de los ocho editores y de tres miembros de la derrotada candidatura de Jaume Sisa (que había sacado 6 escaños). Por eso, por su abrumadora mayoría, el entorno de Reixa no entiende que el nombramiento pueda estar en tela de juicio.
Sastrón sostiene que Reixa, tras ser designado presidente, decidió "por iniciativa propia y con absoluto desprecio a la legalidad" ocupar uno de los puestos en el consejo de dirección y excluir a quien había obtenido menos votos, Mónica Fernández de Valderrama. Mientras, Reixa ha argumentado en todo este embrollo que está en conversaciones con Cultura para que el consejo de dirección amplíe de 12 a 13 sus componentes, con la inclusión del ya presidente de la SGAE. Esa opción ayudaría a arreglar la situación. Pero si no se produce, Sastrón se ha mostrado categórico: "El ministerio tiene que pronunciarse, si no lo hace iríamos por la vía judicial".
Sastrón señala que se ha incumplido el reglamento de la entidad, aprobado hace solo tres meses y que "no puede ser modificado sin la autorización del Ministerio de Cultura", en lo que se refiere al orden que "debe seguirse para designar a sus órganos de gobierno". Según los estatutos, la junta directiva surgida de los comicios debía designar entre sus miembros a los 12 integrantes del consejo de dirección de la SGAE. Es este consejo el encargado de nombrar al nuevo presidente, opina Sastrón. Así que considera que el proceso "ha sido gravemente subvertido" al nombrar parte de la junta directiva a Reixa directamente como presidente antes de la constitución del consejo de dirección. Sastrón afirma que entre los cinco representantes en la junta directiva que puede sentar el colegio electoral de pequeño derecho (el de música), al que pertenece Reixa, no podía estar el músico gallego porque no consiguió los votos necesarios para su designación. El problema es que al haber entrado el actual presidente, a la candidatura de Sastrón le han restado un consejero.
La candidatura de Antón Reixa ganó las elecciones del pasado 26 de abril obteniendo 14 de los 39 asientos de la junta directiva. Sastrón solo logró 9. Además, el día del nombramiento, Reixa consiguió el apoyo de los ocho editores y de tres miembros de la derrotada candidatura de Jaume Sisa (que había sacado 6 escaños). Por eso, por su abrumadora mayoría, el entorno de Reixa no entiende que el nombramiento pueda estar en tela de juicio.
Fuera de los estatutos
Pero para Sastrón es un tema legal y estatutario. "Es un nombramiento fuera de los estatutos, que no se ajusta a las normas", ha declarado a EL PAÍS. "Nos impiden nombrar a nuestros cinco consejeros [del colegio electoral de pequeño derecho] porque el presidente se ha autonombrado consejero".Sastrón sostiene que Reixa, tras ser designado presidente, decidió "por iniciativa propia y con absoluto desprecio a la legalidad" ocupar uno de los puestos en el consejo de dirección y excluir a quien había obtenido menos votos, Mónica Fernández de Valderrama. Mientras, Reixa ha argumentado en todo este embrollo que está en conversaciones con Cultura para que el consejo de dirección amplíe de 12 a 13 sus componentes, con la inclusión del ya presidente de la SGAE. Esa opción ayudaría a arreglar la situación. Pero si no se produce, Sastrón se ha mostrado categórico: "El ministerio tiene que pronunciarse, si no lo hace iríamos por la vía judicial".