lunes, 27 de junio de 2011

Cultura Un kamikaze contra la SGAE


A las puertas de las elecciones, el ex arquitecto de la entidad, Santiago Fajardo, declara la guerra a Bautista

SUSANA GAVIÑA / MADRID
Día 27/06/2011
En mayo rompieron definitivamente relaciones, después de casi veinte años de colaboración —desde la rehabilitación, en 1993, del Palacio de Longoria, actual sede de la SGAE—. Llevaban, sin embargo, meses de tensas conversaciones. Responsable de gran parte de los proyectos de la red Arteria —el Teatro de los Campos Eliseos de Bilbao, el infructuoso proyecto del Palacio de Boadilla del Monte, la Sala Berlanga...—, y, hasta hace un mes, de la obra del auditorio Arteria Al-Andalus de Sevilla, Santiago Fajardo dimitía y daba por zanjada su amistad con Eduardo Bautista. Los motivos: «Obstrucción y falta de transparencia» en la información económica relativa al edificio sevillano. La SGAE reclama, sin embargo, que fue ella la que despidió al arquitecto por «negligencia», motivando retrasos y un incremento en el presupuesto de la obra.

Antes de la ruptura hubo un último intento de conciliación. La entidad remitió a Fajardo en mayo un email con un texto borrador con el que pretendía dar por cerrado el conflicto. Un acuerdo «vergonzoso», en opinión de Fajardo, que provocó el estallido de la guerra que en estos momentos se desarrolla en los juzgados. El arquitecto ha presentado tres demandas civiles y otra penal contra la entidad y Bautista —por violación del honor, vulneración de derechos de la propiedad y por falta de pago—, que está convencido va a ganar.
Que no se entere el arquitecto

Acusado del retraso en la ejecución de las obras de Arteria-Al Andalus, Fajardo, en su estudio de Las Rozas, se defiende y denuncia la «clamorosa dificultad» de la entidad a la hora de tomar decisiones, especialmente en Sevilla, proyecto que empezó en 2000 y que a lo largo de una década «ha registrado más de veinte cambios. La parte sustantiva del tiempo y del dinero se ha ido en las indecisiones en asuntos fundamentales».

Pero el punto que realmente abrió una brecha entre el arquitecto y la SGAE fue la incorporación de un intermediario, una empresa gestora cuya función era la de «coordinar» a todos los implicados en la obra. Primero fue Gerens Hills, que tras tres años fue sustituida por «un equipo propio», encabezado por Emilio Cabrera, «máximo responsable de la parte económica de Arteria y primo-hermano de Bautista», y Ángel Quintanilla, «director técnico de la SGAE, que se ocupa de la compra del equipamiento de sus edificios. Ambos, para hacer y deshacer sin que se entere el arquitecto», mantiene Fajardo.
Un precio demasiado alto

El arquitecto insiste que ha cumplido con sus números: «Los escasos datos económicos que tenemos acreditan que la evolución económica de la obra civil, de la que yo soy responsable, no ha sufrido incremento alguno». Sin embargo, sí existe un incremento del presupuesto en lo referente a los costes generales de la obra que son «completamente ajenos a la obra civil». En los últimos meses se han producido númerososas órdenes de cambio emitidas por el equipo de gestión, «que yo me he negado a firmar. Llegó un punto en el que era inasumible suscribir una liquidación económica que para mí es desconocida y que puede estar llena de bombas que me pueden explotar a mí, sin tener nada que ver en ello. No he hecho nada más que exigir transparencia. El edificio de Sevilla es la obra más importante de mi carrera pero el precio que me han puesto para estar en la inauguración no lo puedo pagar».

Fajardo no se arrendra ante un oponente tan poderoso como Bautista. «La justicia y el tiempo terminarán poniendo a cada uno en su lugar. Él tiene una gran maquinaria jurídica pero yo tengo muchas razones». En esta batalla judicial Fajardo ha incluido también al equipo más cercano al presidente de la SGAE por violar sus derechos de la propiedad intelectual al entregarle su proyecto a Rafael García Dieguez, al que el Colegio de Arquitectos de Sevilla ha incoado un expediente deontológico.

Tras años de colaboración, Fajardo cree que a Bautista le ha perdido la prepotencia. «Ningún buen gestor hubiera permitido que las cosas llegaran a este punto». Y ante las acusaciones de la entidad, les invita a «que las pongan por escrito, que pongan una demanda», y niega haber querido cobrar más por el incremento del presupuesto de la obra. «Solo quiero cobrar los muchísimos cambios que me han obligado a hacer», reivindica. A pesar de la dura batalla a la que se enfrenta, Fajardo exhibe un «espíritu luchador». «A mí me han convertido en un kamikaze. Llevo un cinturón lleno de bombas y estoy dispuesto a lo que sea». Hasta dónde puede llegar... , el tiempo lo dirá.

Cultura Un kamikaze contra la SGAE

martes, 21 de junio de 2011

LA SGAE, LA NUEVA INQUISICIÓN.



La Sociedad General de Autores y Editores, más conocido por su acrónimo SGAE, es una organización – según ellos – sin ánimo de lucro cuya principal misión es institucionalizar y proteger los derechos y autorías de los artistas y editores de España. Hasta aquí podría parecer muy bonito, pero esto está muy lejos de la realidad. La SGAE es un cuerpo elitista y sectario, cuyo único fin es el de alimentar las arcas privadas de varios miembros. Y no tiraré gas sobre fuego sin pruebas.

Este cuerpo se fundó en 1899 con el propósito de mejorar la situación de muchos autores maltratados por la economía, en aquel entonces era la Sociedad de Autores Españoles (SAE) y su existencia era limpia y honrada. Lamentablemente, con el paso del tiempo llegaron varios cambios que la destrozaron. En 1941 se refundó como Sociedad General de Autores de España y posteriormente, en 1995, comenzó su perversión con el nuevo nombre de Sociedad General de Autores y Editores.

En 1996 se introdujo con toda su fuerza el canon compensatorio por copia privada (Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, durante el último gobierno en funciones de Felipe González), y los mares de dinero comenzaron fluir en las arcas de la SGAE. Voy a explicar muy brevemente cómo funciona el famoso canon. Como se supone que la mayoría de nosotros vamos a piratear, se nos graba un impuesto especial sobre cualquier soporte que sirva para esto; véase CD, disco duro o puerto USB como los más usados. Y no os penséis que es poco dinero. Por cada diez CD’s vírgenes la SGAE gana 2.7€, o por ejemplo, el último disco duro que me compré, de un Tb de memoria, le tuve que pagar casi 50€. Aquí mi pregunta, ¿dónde está la presunción de inocencia?

Uno de los primeros temas de gran controversia fue el incidente con los programas P2P. Básicamente, la SGAE ha recibido varias denuncias por promover y financiar campañas publicitarias que asocian el P2P – que no es más que compartir archivos entre usuarios de la red – y el top manta, la delincuencia y los robos.Cronológicamente hablando, otro asunto muy peliagudo fue el del, ya esmentado, canon digital. Añadir que el odio internauta ha llegado a tal punto por este motivo, que buscando ‘ladrones’ en Google encontramos varias entradas entre las 5 primeras. Esto es el Google Juice, totalmente imparcial del gran buscador. Además, el 21 de octubre de 2010 el tribunal de la Unión Europea declaró ilegal la aplicación del canon digital para empresas y profesionales. Obviamente, la respuesta de la SGAE ha sido oídos sordos.

Otro tema peliagudo fue el de la compensación por recaudación. Se trata de lo siguiente, cuando llegó el actual Presidente del Consejo de Dirección, Teddy Bautista, cambió el sistema de voto dándole más poder a los miembros que más dinero aportan. Vamos a destacar dos cosas. La primera, ¿dinero que aportan? ¿Pensaba que la SGAE cobraba impuestos, por lo tanto tenía funciones públicas? Bueno, cobrar impuestos se le da de maravilla, ahora bien, compartir el dinero con el Gobierno no tan bien. Un claro caso de corrupción en toda regla. Lo segundo, el señor Bautista ha conseguido que solo el 10% de los miembros de la SGAE pueda votar, y estos son, efectivamente, sus amiguetes.

Otro tema que me llama mucho la atención es el la defensa del honor de la SGAE. Han denunciado a muchas organizaciones por mancillar su nombre. Ellos pueden pasarse la presunción de inocencia por dónde duele, pero el resto del mundo no puede ni ejercer la libre expresión. No estoy hablando de amenazas de muerte, solamente de sitios web como la Frikipedia que se vio cerrada durante un buen tiempo por tener una sátira de la SGAE. Me estoy indignando mucho mientras escribo esto, ¿pero en qué mundo vivimos? Dónde se ha visto que una organización inquisidora pueda cerrar – en contra de toda ley – una web por presuntas críticas satíricas. De estas hay muchísimas, recuerdo unas declaraciones de Teddy Bautista llamando ‘fascistas’ a Google por indexarles en el término ‘ladrones’; mal hecho teniendo en cuenta la gran reputación del gigante americano.

Acabando ya, quiero exponer un tipo de polémica que siempre me ha horrorizado, el cobro por beneficencia y patrimonio humano. Véase que la SGAE, impunemente de cara a la justicia, se presenta en un concierto benéfico y pide derecho de autor y, obviamente, dinerito fresco. Todos nos acordamos del lío que se montó con el caso del ‘Síndrome de Alexander’ o el reciente concierto en beneficio del Terremoto de Lorca. Y la otra, que no acabo de entender cómo se puede cobrar derechos de autor, es cuando la SGAE llega a un pueblo y reclama dinero cuando tocan canciones típicas del territorios, chirigotas, flamencos, jotas, y sardanas han sufrido esta calvario.

Hasta aquí la historia de la SGAE. Y la indignación latente del que suscribe. ¿Qué podemos hacer? La Unión Europea ha declarado ilegal el canon y se sigue aplicando como antes. La SGAE se salta cómo y cuándo quiere, ya no solo la ley, sino derechos fundamentales como el de la libertad de expresión. Me cobran un dinero por derechos de autor, que si luego soy yo el autor no puedo cobrar. Y van repartiendo denuncias a cualquiera que hable mal de ellos. Quiero aprovechar esta entrada para reunir ideas, ‘Anonymous’ ha dado un ejemplo de que los internautas unidos tenemos mucho que decir, os animo a que dejéis vuestras ideas, propuestas, opiniones. Eso sí, que venga alguien y se atreva a decirme que esta no es la nueva inquisición.Ramrock’s Blog .copio y pego